¿Alguien conoce un Fujitsu Lifebook B2131 (B Series)? ¿Si? ¿No? Pues el gran reto es instalar Linux Debian en este equipo.
Y, ¿por qué es un reto? Pues esta son sus características:
Procesador: Intel Celeron 400 MHz
Memoria: 64 MB RAM
Disco duro: 6 GB
Sistema operativo original: Windows 98
Pantalla: TFT 10,4 pulgadas táctil (800×600)
Gráfica: Trident Cyber 9525
Unidad CD: Externa y no disponible.
Unidad Floppy: Externa y no disponible.
BIOS: No permite arrancar desde USB, pero sí desde red.
Con esto, el reto es alto. Primero, no se dispone de Unidad de CD ni disquetera para arrancar una posible instalación. Segundo, el arranque desde USB no está disponible aunque dudo mucho que el sistema aguantase discos USB de gran tamaño. Y por último, a ver si es capaz de andar con todo el sistema.
Sin embargo sí que está disponible el arranque desde red, y ahí está nuestra entrada al mundo Debian. De muchas cosas buenas que tiene Debian es que es fácilmente adaptable a cualquier arquitectura, por poca potencia que ella tenga.
Este equipo nuestra última y única solución es arrancar desde la red y tomar los archivos de instalación que Debian tiene para estos casos.
Para esto, es necesario instalar en otro equipo un servidor TFTP y configurar correctamente los servicios DNS y DHCP. El paquete DNSMasq tiene todo lo necesario para hacer la instalación rápida y sencilla y nos facilita mucho esta labor. Basta con instalarlo y configurarlo mínimamente para disponer de nuestro servidor TFTP listo para ser usado e iniciar una instalación de Debian en red.
Una vez hecho esto, iniciamos el PC Lifebook conectado a la red ethernet donde está el servidor TFTP. Pulsando la tecla F12 se entra en un menú dónde poder elegir desde qué dispositivo arrancar. Ahí encontramos la opción de arrancar por red usando PXE. Una vez elegida esta opción, el equipo conecta por red para arrancar el sistema de arranque de Debian.
Todo va bien. El equipo ya tiene el instalador de Debian arrancado. Sin embargo, hay que lograr saltar un último escollo: los drivers de la tarjeta de red. No están soportados por el instalador de Debian y no consigue conectarse a la red.
La tarjeta de red es una Intel Pro 100 y el driver linux para esta tarjeta es el «e100». Simplemente haciendo un «modprobe e100» cargaría el driver de la tarjeta. Sin embargo, no se dispone en el instalador y hay que cogerlo, por ejemplo, desde el otro servidor.
Para pasar este driver del servidor al Lifebook en pleno proceso de instalación recurrimos a la opción de abrir una consola (opción disponible en el instalador). Con la ayuda de un disco USB de poca capacidad (512MB), para que lo soporte la placa base (tamaños más grandes no los reconoce), conseguimos montar el disco en el sistema y que el instalador encuentre el driver de la tarjeta de red en el disco USB.
Una vez hecho esto todo es coser y cantar. El instalador detecta la red y se configura por DHCP. Luego, descarga todos los paquetes necesarios desde Internet y termina todo el proceso sin problemas.
Finalmente, y después de un buen rato de instalación, obtenemos un bonito sistema Debian con XFCE con el que usar este mini portátil, que vuelve a tener una segunda vida.