Avatar 3D ha llegado al cine con una asombrosa puesta en escena, un gran plan de marketing a nivel internacional y con un presupuesto y recaudación en taquilla de los primeros días asombroso, solo superado actualmente por Titanic, del mismo director -James Cameron-.
En estos días de mantecados y turrones he podido ir a ver la famosa película (incluso antes de salir) Avatar 3D. No es este sitio de crítica cinematográfica pero tengo que decir que la historia, la trama, el ritmo de la película en general me ha parecido fantástico, al nivel de lo esperado por lo menos. Quizás algo larga (162 minutos). Pero claro, también dependerá de la capacidad de aguante sentado en una butaca de cine de cada espectador.
Ahora bien, la pregunta que podemos hacernos es si será esta película el impulso definitivo hacia el cine y la televisión en 3D. Al parecer, en el Daily News nos cuentan que Panasonic, James Cameron y Twentieth Century Fox han llegado a un acuerdo por el cual Panasonic impulsará la fabricación y distribución de pantallas LCD que muestran imágenes en 3D o visión estereoscópica, donde será necesario el uso de gafas para su visionado. Panasonic pretende empezara a vender en este año 2010 estos «televisores 3D» con la ayuda de James Cameron y «su» Avatar 3D, aumentando así la popularidad de la película y su acercamiento al público.
Por otro lado, un interesante artículo en Panoramaaudiovisual.com nos comenta cómo Panasonic tiene preparada unas cámaras capaces de rodar en 3D. Esta cámara Full HD 3D dispone en un mismo cuerpo de dos lentes y dos grabadores que graban las imágenes para cada ojo directamente en formato digital. Se pondrán en venta durante este año y parece que el precio rondará sobre los 21.000 dólares.
Sin duda, todo apunta a que estamos en el momento en que el cine 3D debería despegar definitivamente. Primero porque la tecnología parece estar cada vez más asequible al público en general y segundo porque podría ser un nuevo mercado para todo el mundo relacionado con el sector cinematográfico y televisión digital.
Para el público en general, en el que nos encontramos la mayoría, simplemente pedimos más películas tipo Avatar y, si puede ser, siempre más baratas.